UNA MIRADA CRÍTICA
La acertada aproximación de Werner Herzog con su visión de aventurero
es lo que nos ha traído Encuentros en el fin del mundo (2007), y la
que ahora nos ocupa, La cueva de los sueños olvidados. La actividad del director (quien posee Una
locura idealizada, romántica, de esas que están detrás de las grandes hazañas)
en el campo del documental abarca todo tipo de temas y estilos, los más
arriesgados, y los que nos ponen por tanto en contacto con un mundo más
desconocido. La cueva de los sueños olvidados es el perfecto ejemplo
para esta definición. El director nos traslada 30.000 años atrás en el tiempo
para mostrarnos uno de los mayores y más recientes tesoros del ser humano: las
pinturas rupestres de la cueva de Chauvet (Francia).
Se puede decir que ambos documentales, manifiestan de cierta
forma algo increíble, que lo hace ver interesante y hasta magnifico, una
fascinante investigación sobre la necesidad humana de crear y legar imágenes de
su propia existencia
Se puede plantear diferencias en el rodaje de este documental
que van hacer nombradas y explicadas una por una.
El Tiempo: en Encuentros
en el fin del mundo, el tiempo de rodaje fue amplio, así que el equipo de
trabajo logro hacer un documental más profundo, escavó y se fijó en cada
detalle que pudiera ser importante, por el contrario en la cueva de los sueños olvidados el tiempo fue
muy poco y con varias restricciones, la grabación se hizo durante 6 días.
Herramientas de trabajo (equipo de grabación): en el primer
documental se manejo cámaras especializadas (para firmar en tierra y debajo del agua),
mientras en el segundo documental se utilizo una cámara simple (por el espacio).
Contexto fáctico: en el documental grabado en la Antártida vimos
algo que de cierta forma ya sabíamos que existía, como los pingüinos, las
focas, el hielo, que se vuelve fantástico así sepamos de ese pequeño mundo,
cuando observamos que por culpa de la humanidad, se está acabando ese mundo
extraordinario, hace que le demos un valor y que luchemos para que este siga
existiendo, todos los protagonistas y elementos que jugaron en este rodaje son
reales, son físicos, es el hoy, es lo que estamos viviendo. En el documental
grabado en Francia lo real y lo físico son las pinturas, pero donde queda el
protagonista, quién era, en qué tiempo se pinto esto, qué sucedió en ese
tiempo, quiénes hacían parte de ese mundo, entonces es donde allí no es físico,
aunque todos los científicos, antropólogos, geólogos e historiadores nos manifestaran
lo que paso hace tiempo en esa era prehistórica, se puede decir que la verdad
esta medida, porque no se puede ver más allá. Este documental llega a cautivar
puesto que lo extraordinario de lo nuevo
para nosotros, es lo que no conocemos.
Manifestación de cultura: en la cueva de los sueños
olvidados se hace una manifestación cultural,
porque hablan del hombre en la prehistoria (que comían, las tradiciones, arte) y
en los encuentros del fin del mundo, muestran el mundo de hoy y como a (in)evolucionado
al transcurrir en tiempo.
Ya para terminar hago
un énfasis en la sociedad de conocimiento, para el documental (la cueva de los sueños olvidados),
existe una barrera, que para en toda su esencia el conocimiento, en esa cueva
ya está restringido el paso, para que se conserve, entonces ¿de qué sirve que
exista, si el humano no puede sentir directamente la escena de la prehistoria y
su arte?
Alan Watts, decía que “a través de nuestros ojos el Universo
se percibe a sí mismo y a través de nuestros oídos el Universo escucha su
armonía cósmica y nosotros somos los testigos a través de los cuales el
Universo adquiere consciencia de su gloria y de su magnificencia”
Watts plantea algo que es muy cierto, donde ver y escuchar,
nos permite ir más allá de lo simple, y aunque las imágenes y la información que
son transmitidas a través de estos documentales nos permite trascender a ese
mundo, no es lo mismo estar allí, sentir y cuando hago referencia a esta palabra es
estar en el lugar de los hechos, es tocar, es vivir el momento en directo.